CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. La dama del colectivo
amaru

2 CUENTEROS 2

DAMA DEL COLECTIVO (*)

Por Julio César Querejeta.

Romina González Díaz Prieto,así les gustaba presentarse,porque entre otras cosas,se consideraba una mujer que estaba por sobre el nivel intelectual y económico,de la media,aunque nunca había abierto un libro en su vida,salvo cuando cursaba el primario,único título que ostentaba y su actual estado económico financiero no era el mejor,la crisis la golpeaba impiadosamente.,Ella estaba convencida que sus tres apellidos le daban un sesgo de superioridad,por eso hacía uso y abuso de ellos.Auney carecetotalmente de certificado de origen,ya que no lleva el apellido de su padre,el primeto es de su madre y los restantes de su difunto esposo,dueño de un pequeño bar,que falleciera muy joven.En síntesis:una hija natural cuyo padre nunca se supo qyuén fué.Sí,de su madre,que era doméstica en una estancia y se cree,con certeza,que en esas geografías la preñaron a la buena servidora de gente rica.Muy joven se vino a vivir a Buenos Aires y no le fué tan mal,doméstica,primero,cuidado de personas mayores después y apareció el gallego con el que se casó y no trabajó más,una salvación divina.Ahora de vieja,se las arreglaba,pero con lo justo para sus pretensiones,porque era propietaria de un departamentyo en Villa Crespo,aunque ella siempre dice que vive en Caballito Norte,más a tono con su “rancia” estirpe.Goza de los beneficios de dos jubilaciones ytiene alquilado el bar que perteneciera a su esposo,por ello apuros económicos no pasaba,pero ella pretendía más,por eso también cuidaba personas mayores durante el día.De noche,no,porque le gusta ver los programas de televisión,comodamente en su casa.Tiene una hija,que está casada con un portero de nacionalidad paraguaya,”un buen hombre”suele decir,aunque paraguayo claro está,un karma que no puede olvidar y a decir le molestaba un poco.Por ese motivo casi nunca habla de su descendencia.Esa tarde,esperaba el colectivo 24,que la llevaría a Avellaneda,una vecina la habia recomendado para cuidar a una persona.Lo aborda casi vacío yeso la alegra porque enseguida se sentó,en un asiento delantero,muy cerca del conductor,,un alivio porque el viaje era bastante largo.En la parada siguiente subieron un señor y lo que ella entiende es que se trataba de su hijo,justo enfrente en donde está sentada.Visten ropa que se nota muy usadas y muy lavadas.Ella acomoda su cartera Louis Vuittón,al costado de su cuerpo para que la vieran y marcarles la diferencia,aunque era truchase la había dado su yerno de un viaje al país de las naranjas,pero ella confiaba que esos pobres que estaban a su lado no lo notarían.Sus prejuicios la atraparon:”Seguro que son de esa grasa peronista,que tanto daño le han hecho a gente de mi clase social.Son peronistas y ni siquiera saben los perjuicios que le ha causado Perón al país,ese dictador implacable en contra de gente como uno”.En esas cavilaciones,”altruistas”,estaba, cuando rápidamente pudo confirmar sus predicciones.El joven le preguntaba a su padre,”que son esos coiches con techo amarillo”.”Taxis” le responde el aludido.”¡Huy!,los árboles parecieranque se desplazan en sentido contrario al nuestro”exclama ahora.”Es una ilusión óptica” le contesta su aompañante.”A no...”piensa la “augusta dama”,encima de peronchos el hijo no tiene alineados los patitos correctamente.Que viaje me espera con esta gentuza,yo que quería concentrarme y pensar mi estrategia para llevar adelante con mis posibles empleadores”.Para colmo el joven insistía con preguntas obvias.”Qué eso” quería saber sobre un vendedor de panchos en la vía pública.”Y aquellopor un cine.Lo otro por un enorme cartel de publicidad,un policía,una fosay así todo el recorrido.La mujer que no dejaba de prestarles atención iba acumulando una presión, a esa altura,ya insostenible.

“Por eso votan al peronismo,porque son medios retrógrados,si los observanos con optimismo”,razonaba.Pero llegó la gota que rebalsó el vaso,al pasar frente al obelisco preguntó:”Qué es esa columna tan grande”.”El Obelisco,hijo,lo instruyó el padre.El conductor del transporte también los observaba con curiosidad,es que el diálogo en sí lo ameritaba.

La “noble” mujer cansada ya de escuchar,lo que ella creía estupideces,decidió tomar al toto por las astas.”Dígame señor” lo encaró a modo de presentación,acomodando su cartera para que la viera y tomara conciencia con que clase de mujer estaba hablando.Para seguir:”No le parece que su hijo necesita un buen médico,porqué no lo hace antender,créme que lo necesita”.El hombre nada le respondió y siguió mirando hacia adelante.Esta indiferencia le hizo aumentar su cólera e insistió:”Me escuchó señor”.A esta altura el chofer estaba más enfrascadoen la conversación,que se había entablado,que en conducir su vehículo.”Mire señora” le dijo el buen hombre.”Venimos de un oftalmólogo cirujano,uno de los más prestigiosos de América,le acaba de quitar las vendas a mi hijo luego de una operación muy importante y vital para sus ojos.Mi hijo nación ciego y hace un par de horas que recuperó la vista,es una gracia que el Señor nos ha brindado,así que para él todo es nuevo,por eso,easas cosas tan Nimias le llaman la atenció”.Al conductor se le escapó una carcajada.Ella acomodó su Vuittón sobre su falda y ahora miraba haciua el lado opuesto de sus contrincantes.”Estos peronistas tienen respuesta para todos los temas,son insoportables,pobre mi país”---razonaba---a tono con su alcurnia,pero de todas naneras quería que el viaje se terminara pronto,que la tragara la tierra o ambas cosas,a la vez.Nuevamente u “peroncho”le había ganado la pulseada.


(*)Relato extractado del libro “2 CUENTEROS 2” DE Ediciones Amarú.<telefax>4222 2288-jegamaru@yahoo.com